jueves, 23 de febrero de 2017

MARIANO FORTUNY



MARIANO FORTUNY

Mariano Fortuny nació en Reus (Tarragona) el 11 de julio de 1838. Desde pequeño mostró gran afición por el dibujo y la pintura. Su primera formación oficial la recibe en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja. Acudirá también al estudio de Lorenzale, que será el maestro que más influye en el joven artista. Conseguirá una pensión de la Diputación de Barcelona para trasladarse a Roma y ampliar allí sus estudios, y a   cambio,  tendrá que enviar algunos trabajos que muestren sus progresos.
En octubre de 1859, cuando estalla la guerra entre España y Marruecos, la            Diputación    de Barcelona le encarga pintar las obras que conmemoren los hechos más importantes de la campaña de España en Marruecos. El 12 de febrero de 1860, llegará a ese país para tomar apuntes de los acontecimientos más importantes.
África supone un nuevo aire para Fortuny, los ambientes, las luces, los colores y los personajes le cautivan. Se liberará de convencionalismos y academicismos y se sentirá atraído intensamente por lo oriental. Recoge numerosas escenas costumbristas, que marcaron posteriormente su estilo, caracterizado por el preciosismo y la luminosidad. La obra más famosa es La batalla de Tetuán, una pintura histórica de grandes dimensiones y llena de dinamismo.


Al firmarse la paz entre España y Marruecos, Fortuny vuelve a Barcelona pasando por Madrid, donde conocerá a Federico de Madrazo y a su hija Cecilia, su futura esposa.
De nuevo, Fortuny se traslada a Roma, donde permaneció gran parte de su carrera artística, y comenzó a especializarse en obras de género realizadas en ricos colores. Son cuadros llamados de "casacón" o gabinete que el pintor Meissonier puso de moda en Francia, y con los que Fortuny arrasará el mercado europeo. Tratan asuntos intranscendentes, realizados con un estilo minucioso y detallista que se preocupa por la luz, el dibujo y el color.

 
Las principales características de la obra de Fortuny, son la minuciosidad, el preciosismo, el cuidado dibujo, la amplitud espacial, un gran sentido del color y un estupendo estudio lumínico, la delicadeza y la verosimilitud en los detalles. 
Con este pintor, los niños/as en etapa escolar de educación infantil, y a través de la observación de sus obras, considero que podrían trabajar tanto la luz, como el espacio; pues el artista es un verdadero maestro y especialista en este género.